Ayer martes 13 de agosto realicé las primeras prácticas del curso Divemaster con mi instructor Gonzalo de Anthias, cerca de la isla de Tabarca en la zona conocida como "El Freu".
El objetivo de mis prácticas era guiar a dos buceadores certificados "Open Water" por las inmediaciones del ancla, mientras mi instructor Gonzalo realizaba ejercicios con el resto de buceadores.
Mis dos compañeros Open Water a los que guiaba y yo descendimos los primeros por el cabo del ancla y llegamos al fondo a la profundidad de 10 metros. La visibilidad era aproximadamente de unos 6 ó 7 metros y el fondo era de posidonia y arena.
El descenso lo realizamos juntos los tres, y nos reunimos en el fondo para confirmar que no teníamos ningún problema. A continuación comencé a guiar la exploración de la zona, mientras veíamos a el resto de buceadores descender por el cabo del ancla.
Mientras el resto del grupo realizaba ejercicios de prácticas en el fondo, mi grupo, y yo a la cabeza merodeábamos por la zona sin alejarnos mucho, ya que yo no conocía bien la zona de inmersión.
En uno de los recorridos, cuando intenté regresar al ancla, comprobé que la había perdido de vista y no encontraba ninguna zona del camino de ida. Entonces decidí continuar guiando a mis dos compañeros realizando el recorrido por la zona en pequeños círculos.
Al cabo de 30 minutos sin éxito en la localización del ancla ni de mi instructor y resto de buceadores, decidí comunicar a mis dos compañero el comienzo del ascenso.
Al llegar a los cinco metros realizamos la parada de seguridad y comprobé auditiva y visualmente que no había ningún barco en las inmediaciones. Por lo que les indiqué que podíamos ascender a superficie. Aún así yo estaba muy preocupado por el posible tránsito de alguna embarcación ya que no sabía exactamente nuestra posición.
Al llegar a superficie comprobé que no había más barcos en la zona y que estábamos a una distancia de unos 60 metros de nuestro barco. Aunque las condiciones del mar no eran las mejores, debido a la corriente y olas en nuestra contra, decidí que fuéramos nadando hasta el barco por superficie, con algún problema de cansancio que pudimos solventar.
La experiencia para mi ha sido muy valiosa a pesar de la tensión y preocupación por mis compañeros a los que guiaba y por mi instructor que no sabía exactamente mi posición en la inmersión.
He aprendido:
- A no alejarme del cabo del ancla si no conozco bien la zona de la inmersión y no estoy seguro de poder guiar a mi grupo en el camino de vuelta.
- A lo importante que es llevar siempre una boya de señalización.
- Y a realizar el acercamiento al barco en lugar de por superficie, si las condiciones del mar no son buenas y disponemos de aire suficiente, descender unos metros e ir hasta el barco por debajo del agua.
En definitiva, espero que la experiencia me sirva para actuar de la mejor manera si alguna vez estoy en una situación parecida.
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